Resentido, machista, autosuficiente y obsesivo, Rafael Nájera no sería un modelo para nadie de no ser porque además es un escritor genial que persigue con afán lo que él considera su obra definitiva, aquélla que le dará no tanto el esplendor de la fama como la que le permitirá comprender el laberinto divino de la vida y sus porqués.
A través de unas amantes, quien le regala un cuadro surrealista un tanto especial, cree haber encontrado el argumento que le permitirá escribir tan magna obra, y a su desentrañamiento se entrega de una forma existencialmente obsesiva. Sin embargo, a medida que se adentra en esa realidad que considera que es la llave de la verdadera realidad, siente cómo su orden se va abriendo a otros órdenes, hasta que arriba, a través de la locura, a un universo atroz y confuso en todo semejante a un Infierno. No; no era eso lo que buscaba, o al menos no lo era hasta que comprende que es preciso cerrar primero el círculo del viaje emprendido antes de desembocar en su propia realidad verdadera.
La otra realidad es una novela mágica con ciertos tintes metafísicos, en la que el autor juega con el lenguaje, los tiempos y las realidades arrastrando al lector a órdenes cuánticos en los que muchas realidades simultáneas se alternan y conviven, para desembarcar primero, como en un viaje iniciatico, en una muerte figurada que será la antesala de un renacimiento asombroso en su puerto de destino: la otra realidad.
Con una prosa magistral, un dominio de los tiempos vertiginoso y una plástica literaria encomiable, Ángel Ruiz Cediel ofrece algo más que una simple lectura, tal vez una llave o quizás una clave para comprender que nuestra realidad y la realidad, por paralelas, pocas veces llegan a encontrarse, si es que alguna vez lo hacen.