Uno de los subalternos del edificio administrativo que la Xunta tiene en Vigo aparece asesinado de un tiro en la cabeza. Un hombre afable y sin ambiciones al que le gustaban las motos y que pululaba por el edificio haciendo pequeños favores a todo el mundo.
Lila Madrigal y sus ayudantes se moverán esta vez por el entorno de una ciudad que ya está preparando su fiesta de luces de Navidad, a pesar de que es aún verano. Deberán descubrir los secretos que ocultan los funcionarios y sus procedimientos para descubrir quién es el asesino. Por el camino se encontrarán con trabajadores corruptos, ladrones de puertas, corredores enamorados y hasta fantasmas para perseguir, dentro de una hilarante sucesión de acontecimientos que finalmente los llevará a su particular conclusión del caso.