Y los cimientos de Lyme Hall temblaron. Temblaron como
tiembla la tierra ante el brusco movimiento de sus entrañas.
Y todo finalmente sucumbió bajo el rugido de los estertores
de la destrucción y el dolor. Y del antiguo poder de los
Bathory tan solo quedaron las cenizas y un puñado de
amargos recuerdos que todos quisieron olvidar.
Y la vida continuó su camino, dentro de Kemble para
unos, para otros, alejados de allí y ajenos a los terribles
acontecimientos que removieron las almas de sus habitantes.
Pero la paz no es duradera y un hecho inesperado, que se
presentó como una aparición, vino a quebrar la calma de
Edward, Anne Helen, Fiona e incluso los Smellie.
Un nuevo personaje venido de la ciudad, Jacob Lipman,
dejará excepcional testimonio, a través de sus cuadernos,
de sus recuerdos, de aquellos hechos extraordinarios que,
sin querer, fueron sucediéndose vertiginosamente.
Todo tiene un principio? Del mismo modo, tiene su final.
Lo que no está muy claro es donde comienza uno y donde
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