Este libro es un compendio de «ocurrencias». Estas persiguen la búsqueda del lado no común de las cosas. Basadas en la observación aguda de un fenómeno, suceso, hecho, persona, etc., visto desde una mirada sugerente y cocinadas con unas gotitas de ironía y de humor, consiguen cambiar la perspectiva dentro de la concepción poliédrica de la vida.

Pretenden estas ocurrencias cambiar el pie del lector sobre aquello que se muestra como verdad irrefutable; para ello, relativizan normas, verdades y costumbres mediante los porqués de la curiosidad, ya que lo obvio no siempre es tan obvio como parece.

La obra consta de dos partes: la primera, «Palabras y silencios»; la segunda, «La crisis de siempre». Ambas reflejan situaciones vividas, en las que el autor aporta su particular visión de la realidad.