Este ensayo analiza los factores que determinan la experiencia estética en nuestra época para descubrir las razones por las que gran parte del arte contemporáneo sigue siendo una experiencia no asimilada aún en nuestros días. La propuesta del texto es simple y contundente: el arte, su producto final quizá, no su proceso, tiene que ver con la identidad de lo sensible y no con la razón, pero el arte contemporáneo sustenta su valía, en una gran mayoría de casos, solo en el discurso estético, en la razón. Ahora bien, el texto no defiende que el arte deba de ser consumible e intuitivo, no cae en una idea hedonista y simplista, pues el conocimiento es, sin duda, la gran vía para disfrutar de forma profunda del arte.



This essay analyses the factors that determine the aesthetic experience in our time to discover the reasons why a large part of contemporary art continues to be an unassimilated experience even today. The proposal of the text is simple and forceful: art, its nal product perhaps, not its process, has to do with the identity of the sensible and not with reason, but contemporary art sustains its worth, in the great majority of cases, only in the aesthetic discourse, in reason. However, the text does not argue that art should be consumable and intuitive, it does not fall into a hedonistic and simplistic idea, as knowledge is, without a doubt, the great way to enjoy art in a profound way.