El misterio del beso robado narra una historia familiar dramática. Enrique, de apodo el duque, es contratado como detective para la vigilancia de algunos de sus miembros. Aun cuando presiente que se trata de un trabajo infructuoso, el alto nivel de exigencia que él mismo se marca en su profesión, le obliga a aceptar el encargo. En medio de las investigaciones se ve involucrado en un crimen e, inesperadamente, se convierte en uno de los sospechosos. Al verse metido de lleno en este incidente, es empujado a enfrentar desafíos y contratiempos, entre ellos demostrar que él no es culpable de asesinato. Resulta vital interrogar a una de las hijas que, en su día, despareció del entorno familiar y no regresó. Está convencido de que ella puede aportar datos o detalles para aclarar los motivos del crimen y obtener la resolución del caso. El detective se propone localizarla, para ello debe seguir los pasos de Isabel desde su partida. Penetra en la Galicia misteriosa, donde se desarrolla gran parte de la historia; pero Isabel es escurridiza.