Los tiempos cambian y con ellos la forma de pensar y de actuar del hombre, pero hay matices de la vida que no deben cambiar nunca y somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a ellos por muchos años que pasen y por mucha modernidad que nos arrase. El núcleo de la Religión Católica, estructurado en sus dogmas, es invariable por los siglos de los siglos, y los que intentan pasarse por alto dicha doctrina, anulando un solo dogma, son unos herejes, lo mires como lo mires.Está muy de moda esto, incluso algunos de los autores están muy dentro de la Iglesia. ¿Qué está pasando? ¿Por qué nos quieren hacer lo blanco, negro? ¿Hay algún interés tras ello? Y aunque lo hubiera, para ellos claro está, ¿por qué el Vaticano no los llama al orden? ¿Piensa la curia romana lo mismo que estos? ¿Por qué no los excomulgan? Y son los que más libros venden con todas sus herejías; está claro que la chusma del pueblo, o católicos tibios, es lo que quieren oír, sin importarles para nada de dónde vienen esas raíces, deshaciéndolas a sus caprichos y antojos.Nunca ha estado la Iglesia tan desordenada, en este tema, como lo está ahora;