Arturo Daussà construye la novela a medio camino entre la novela negra más tradicional y la crónica social sobre un tema siempre presente y del que poco se habla hoy en los medios: las sectas destructivas. Sin obviar el amor, la ética, la justicia, la fidelidad y otros temas siempre presentes en su novelas.

La intriga se mantiene constante durante todo el texto, enlazando unas subtramas con otras sin abandonar nunca el hilo conductor de la novela, esa búsqueda de la hija que da título a la obra.

La investigación de un crimen cometido en Ibiza lleva al comisario Pablo Moreno (un hombre solitario, seductor poco dado a los excesos y que encaja mal en la estampa de tipo duro de este tipo de novelas) a enfrentarse con su pasado, unos recuerdos de juventud que se balancean entre la añoranza y la culpabilidad, y que le someten a esa prueba emocional tan humana que consiste en regresar a aquellos lugares en los que uno fue feliz.

Entre evocaciones sobre el movimiento hippie.