Muchas voces autorizadas coinciden en proponer, como mejor respuesta al malestar religioso de los países de tradición cristiana, la recuperación por los creyentes de la dimensión mística del cristianismo, es decir, la experiencia personal de Dios. Pero ¿es esta experiencia posible en la situación de secularización propia de las "sociedades avanzadas"?, ¿puede hacerse la experiencia de Dios en este tiempo en que cultural y socialmente Dios parece haberse eclipsado?
Los estudios recogidos en la primera parte de este volumen constituyen un ensayo de descripción de la experiencia cristiana de Dios para ayudar a identificar el hecho y a tomar conciencia de las oportunidades que ofrece nuestro tiempo para su realización.
En la segunda parte, el autor cede la palabra a testigos eminentes del cristianismo: Francisco de Asís, Teresa de jesús, Juan de la Cruz, Manuel García Morente, Andrés Frossard, Dag Hammarskjöld, y descubre en sus escritos ecos de las preguntas que los hombres y mujeres de nuestros días nos hacemos y de las respuestas que, un poco a tientas, buscamos.