El Tigre Rojo narra la quimera de un hombre, de un elegido por designio divino, en el que convergen los rasgos físicos y las desmesuras del héroe: valor, crueldad, ingenio, generosidad, astucia..., inmerso en una España romántica, grandilocuente en gestos y palabras aunque visceral y profundamente telúrica. Este personaje no es otro que el carlista Cabrera, cuya estrategia política y militar se inicia desde las piedras y garrotes de sus primeros combates hasta el pleno ejercicio del poder. Cabrera ocupa un privilegiado lugar en las aspiraciones legitimistas, en el complot político del Pretendiente carlista cuya Expedición Real llega a las puertas de Madrid, y simultáneamente, se enfrenta con diversa fortuna a una sucesión de intrigas y conspiraciones dentro y fuera de sus propias filas: los "hojalateros", los diferentes asesinos enviados por el gobierno de Isabel II, el clero más conservador y pacato instalado en el poder, y en especial, la siniestra sociedad "El Ángel Exterminador".
Exiliado en Francia y Gran Bretaña tras el "Abrazo de Vergara", cambiará de estrategia mas no de temperamento. Reverenciado como un mito viviente, el cuerpo cosido a terribles cicatrices, lo veremos en una taberna del Londres victoriano hablar con Thomas de Quincey, Karl Marx... y finalmente, fiel a su coraje, decide pasar a la historia de sus seguidores como un traidor.