Aunque actualmente la Cultura y los Bienes Patrimoniales se asumen como potenciales factores de desarrollo económico, dado que se trata de bienes frágiles y recursos irrenovables, hay que ser prudentes y alejarse de una actitud meramente productivista. Naturalmente, toda comunidad o sociedad local tiene derecho a poner en valor y explotar sus bienes culturales; ahora bien, el turismo como potencial factor generador de incremento del bienestar social y material tiene límites y como muestran algunos de los trabajos reproducidos no es la panacea del crecimiento. Desde la praxis de la sostenibilidad la puesta en valor del patrimonio natural y cultural en relación con el turismo y el desarrollo equilibrado puede contribuir en los planos locales al progreso social y económico; si bien, como uno de los riesgos para el patrimonio deriva de sus usos, nosotros apostamos decididamente por el pensamiento y la práctica sustentable; y en cuanto a los flujos demográficos compartimos la idea de la ponderación que debe existir entre el exterior (turistas) y el interior (comunidades locales).