¿Acaso la vida conyugal debe transformarse en una rutina fastidiosa? ¿Dónde buscar la inspiración para disfrutar de una vida sexual satisfactoria? Tras muchos años de matrimonio, ¿resulta todavía posible sorprenderse mutuamente? A muchos católicos les parece que deberían comportarse en la cama igual que en la iglesia, es decir, de un modo serio, renunciando a la risa y a las frivolidades. El padre Ksawery Knotz, empeñado desde hace años en divulgar el estudio de la belleza del acto sexual, afirma todo lo contrario: anima a los esposos a que conversen entre ambos sobre lo que ellos sienten en la cama, y a salir al encuentro de lo que espera la otra persona. Citando las palabras de S.Agustln, se podría decir: «iAma Y haz lo que quieras!» El padre Ksawery recuerda que los juegos eróticos, las fantasías y las posturas divertidas no están reservados para los aficionados al sexo ocasional sin amor. Sin embargo, no se olvida de esa visión integral del ser humano: la esfera corporal no constituye un fin en sr misma, sino que es un complemento de la esfera espiritual. Los esposos, si van a darse esa oportun