Vivencias en la Alpujarra y su entorno es la historia de una familia canadiense: los Doucet de New Brunswich, que pasaron nueve años en el Sur de España. Eugénie Doucet hace un recuento de esos días de sol y cielos azules, de cabras y burros, de mercados e iglesias, de alcaparras y tomillo, con humor y afecto. Pero cuando describe a la gente de Aguadulce, Benínar y Berja, son palpables su admiración, respeto y cariño. Vivencias en la Alpujarra hace que el lector sienta que conoce a estas personas, el paisaje y los pueblos donde vivieron. Se trata, por tanto, de un retrato de la vida cotidiana de estos pueblos y sus gentes, en una época -los años setenta- que, debido al olvido de las costumbres centenarias y a la transformación de los usos sociales, se convierte en un testimonio de primera mano y en un referente obligado para conocer los últimos destellos de una sociedad rural, llena de autenticidad.