Joan Fuster fue, en primer lugar, un escritor, y después, muchas otras cosas. Quizá una de ellas, la de agitador de ideas, ha acabado imponiéndose sobre las otras y resulta difícil separar la consideración de su obra de sus reflexiones y propuestas nacionales sobre el País Valenciano y los Países Catalanes. Desde hace unos años, la Cátedra Joan Fuster de la Universitat de València lleva a cabo una tarea de difusión y estudio de su obra, que va desde la publicación de los volúmenes de su Correspondencia a la organización de jornadas y coloquios sobre los más variados aspectos de su figura y su producción literaria. A propósito de Joan Fuster recoge cinco ensayos breves sobre el escritor o, a partir de él, de temas tratados en sus escritos. Así, Eulàlia Duran analiza el historiador de la cultura; Justo Serna y Encarna García Monerris, la pasión por la escritura; Alan Yates, las traducciones de sus libros al inglés, mientras que Ramon Lapiedra y Toni Mollà recapacitan, respectivamente, sobre el valencianismo político y el estado de la lengua ahora mismo. Serenamente, sin estridencias, lejos de hagiografías e iconoclastias, tan estériles las unas como las otras.