Medievalista de prestigio internacional, Guy Bois ejerce, sin embargo, en este libro de historiador a secas y comprometido con su tiempo. En él nos ofrece un análisis lúcido, y a la vez sencillo, de la mundialización, vasta empresa de dominación y explotación del mundo, que avanza sobre varios frentes: económico, político, ideológico. Desde hace más de veinte años, ahonda las desigualdades sociales en todas partes; vacía las democracias de su sustancia; se impone por la fuera de la desinformación y las manipulaciones de la opinión; y no duda en recurrir a la guerra con una imprudencia sin límite. ¿Resignarse o resistir? ¿Aceptar una nueva servidumbre o preservar la dignidad? Tal es la alternativa que, según el autor, se presenta a todos los pueblos, incluido el americano. Ante un proceso de esas dimensiones, cuyos efectos políticos y culturales, sobre todo, podrían resultar irreversibles, se impone el deber de la resistencia. Un deber que exige de todos los actores sociales y políticos un intenso esfuerzo de reflexión, de replanteamiento y de renovación para abrir camino a un reagrupamiento de las fuerzas antimundialistas que sea portador de un futuro distinto.