Los trastornos neurológicos infantiles comprenden un número heterogéneo de cuadros clínicos que se manifiestan desde las primeras etapas de la vida y que afectan tanto al desarrollo general del niño como a las funciones cognitivas superiores, entre ellas la comunicación (lenguaje, voz, habla, audición) y la deglución, susceptibles ambas de intervención logopédica.

La gravedad del deterioro y la variedad de síntomas asociados a estos trastornos varía en función de la localización y extensión de la lesión, aunque no siempre puede demostrarse que exista una lesión orgánica, en algunos casos existe una disfunción cerebral sin poder demostrase una lesión que afecte al parénquima cerebral. La etiología de los síndromes neurológicos infantiles incluye trastornos de origen genético y hereditario, neuromuscular, infeccioso, tumoral, vascular (malformaciones), traumático...