En la granja de su hermano Arthur, Ernest hallará la vida con la que tantas veces había soñado en el pasado. Vivir en el seno de la madre naturaleza, respirando a pleno pulmón el aire puro que alimenta su alma. Sus experiencias vitales, aun al margen de la naturaleza, no harán sino impulsar y espolear, a través del contacto con las ideas de los naturalistas que tanto admira, su querencia por los bosques y los animales que moran en él. La búsqueda ilusionada y tenaz del sueño de uno se nos narra en este tercer volumen de Seton transmutada en una hermosa alegoría: la caza de un magno ciervo macho. Ernest perseguirá el rastro de su sueño, las pisadas del Sandhill Stag, la estela de la ilusión que lo conducirá al encuentro del precioso camino hacia la verdad de uno mismo.