Kay Pacha es un libro extraño, dulce y duro a la vez, lleno de ternura y de sensibilidad al mismo tiempo que una lúcida y lapidaria descripción del mundo occidental visto desde la óptica de un nativo de los Andes.

No basta con declararnos defensores de la Naturaleza, escribir libros o dar conferencias; es preciso reaprender lo que hemos olvidado, volvernos árboles, condores o alpacas, encarnando la libertad, la naturalidad y la inocencia.

El hombre moderno ha olvidado la belleza y la simplicidad naturales, ha pisoteado lo sagrado y se ha colocado a sí mismo dentro de una prisión computarizada. La memoria de la tradición le ha sido arrebatada por una extraña enfermedad que ha hecho de este mundo un auténtico loquero.

Si por un momento se mirara a sí mismo y, usando su mirada interior, no viera solamente su cuerpo, sino también la totalidad de su ser, comprendería que su existencia tiene un sentido y que la vida es una oportunidad que se le brinda a cada instante para gozar de una felicidad que nunca nos podrá ofrecer el mundo moderno.