Futuro, el partido de los descontentos de España, se ha presentado precipitadamente a las
elecciones generales y contra todo pronóstico ha ganado por mayoría absoluta. El poder es suyo,
pero el presidente en funciones le advierte a su sucesor: "Elías, tenga cuidado del poder porque es
una bestia terrible." Elías Salvatierra, el nuevo presidente de Futuro quiere cambiar la sociedad,
terminar con la corrupción que asola el país y llevar a efecto una revolución de honestidad y justicia
social que transforme para siempre la propia nación y aun el mundo, y conoce la forma de hacerlo,
pero no le será fácil llevarla a cabo porque el mundo y la Política ni siquiera funcionan como él se
imaginaba desde la orilla en la que estuvo, y ahora que ha cruzado a la otra no le quedarán más
opciones que entrar en el Gran Juego, el del poder..., y el Poder le tiene preparado lo impensable.
Porque tal vez Elías Salvatierra sea más que un hombre, quién sabe si una de las muchas
encarnaciones de un ángel... o de un diablo arrepentido, el único diablo arrepentido de la Historia:
Abaddona. Así se lo hacen ver las Veinte Dinastías en el Main Grove, ahora reunidos en torno al
Bohemian Grove. Son los que en verdad quieren gobernar el mundo y quién sabe si los
descendientes directos de aquéllos de los que se dijo: "En la noche de los tiempos los Hijos de los
Dioses, las Veinte Dinastías de los Vigilantes, viendo que las Hijas de los Hombres eran hermosas,
las desearon para sí y se conjuraron para desobedecer a Dios y descender sobre la Tierra con el fin
de tomarlas y hacerlas hijos."
Por esta rebelión y esta interferencia en la Creación, Dios castigó a aquellas Veinte Dinastías con el
Infierno e hizo que las milicias divinas los expulsaran del Cielo para siempre. Y así lo hicieron con
todos... menos con uno, Abaddona, el único diablo arrepentido porque comprendió el mal que
había hecho y le suplicó perdón a Dios. Y Dios le perdonó, le devolvió su rango de trono y le
permitió que regresara al Cielo; pero Abaddona no quiso hacerlo, al menos hasta que devolviera a
los hombres al estado de pureza del que les había privado, porque a causa de aquel acto, tal y como
reza el Libro de Enoc en el capítulo 8:2, «Desde entonces creció mucho la impiedad, porque ellos
(los hombres) tomaron los caminos equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas.»
Y desde entonces, los descendientes de las Veinte Dinastías y las distintas encarnaciones de
Abaddona (ahora Elías Salvatierra) han estado luchando encarnizadamente por la salvación o la
condenación del mundo. O tal vez no sea eso..., y no ocurra otra cosa que todo sea un entramado
del Gran Juego.
Una novela agilísima y rompedora que se adentra sin complejos en las tramas del poder, de la
naturaleza humana, del amor y del sexo. Una novela singular y de una originalidad excepcional en
la que nadie es quien parece ser ni nadie parece ser lo que en realidad es, y en la que la tensión se
mantiene hasta el último renglón de la última página.