Cowboy Henk, galardonado con el Premio del Patrimonio del Festival de Angulema 2014, recibe el reconocimiento internacional del que gozaba hace años en su Bélgica natal, donde tiene su propia serie de dibujos animados, también versión de carne y hueso en radio y TV, esculturas, sellos dedicados a su efigie, un nivel de popularidad difícil de imaginar aquí para un personaje de cómic independiente.
Cowboy Henk es de todo menos coherente, es entrañable e irritante, adulto y niño, pintor, peluquero, maniaco sexual, bueno, malo, gay, hetero pasa del humor más cáustico y corrosivo, a momentos de ternura maternal.
En cualquiera de sus versiones, Cowboy Henk encara las situaciones más disparatadas con un estoicismo muy particular con reacciones siempre impredecibles, de niño grande o de adulto perturbado, según se mire.
Aúna delirio y humor negro a partes iguales, aderezadas ocasionalmente por algunos pasajes escatológicos convenientemente administrados.