Desde que apareció el primer volumen de mis cuentos (Naufragios, Huerga y Fierro, 2005), en el cual se recogieron 15 relatos, es este el tercer intento que hago por recopilar y ordenar mi narrativa. En los últimos veinte años he concurrido a multitud de certámenes literarios, por lo que se ha ido dispersando mi obra en diversas publicaciones amparadas por ayuntamientos, comunidades autónomas y otras entidades, conservándose dichas ediciones hasta el límite que suele guardarse para esta clase de cosas. Posteriormente a Naufragios vio la luz Cuando sopla el diablo (Ediciones Slovento, 2009) en donde acumulé 19 narraciones, elegidas ya por un tema entre mis cuentos premiados. Este ha sido el concepto utilizado en los 20 relatos que componen el presente libro, aunque si bien Cuando sopla el diablo recogió cuentos de temática amorosa, Bragas se refiere en su totalidad a historias de mujeres. El título, que es el del último cuento, posee un fuerte simbolismo. La braga es la prenda más íntima y personal de una mujer. Y mis narraciones pretenden de la misma manera desbrozar y dejar al aire los secretos más esenciales que puede guardar un alma femenina. Pudiera ser una excepción el relato Fotografía alrededor de la mesa donde empleé para narrar a un adolescente de catorce años. Quise integrar aquí este cuento, ya que, al fin y al cabo, el ámbito descrito es el de la familia, único en donde hasta hace muy poco nuestra sociedad permitió a la mujer asentar sus pormenores. En realidad, no faltan personajes masculinos, y no secundarios precisamente, ya que a veces provocan y dirigen de forma soterrada la historia de la mujer protagonista. Creo que este punto clarifica bien que la autora desea un mundo de mujeres y también de hombres. Solamente así, juntos, codo a codo, con iguales derechos y obligaciones, podremos construir un universo justo y habitable para todos. Teresa Núñez