Pablo Bermúdez, un maquinista de la municipalidad, en un pueblo al otro lado de Las Chacras, es elprotagonista de la historia: él o el dolor que lleva. Las Chacras es un distrito del Sur de plantaciones criaderos. De ahí es Pablo Bermúdez y su mujer. En una búsqueda desesperada de su hijo menor, estudiante de veterinaria, desaparecido por la dictadura militar, Pablo entra en una psicosis profunda y es internado en un hospital psiquiátrico. Al tiempo de su terapia, comienza a debilitar su locura en el ejercicio de escribir, escribiendo cartas que cree enviar a quienes gobiernan. Una de esas cartas es enviada por los enfermeros a un diario importante de la capital y, finalmente, es publicada. Más tarde, sale del hospicio y escribe columnas semanales para el mismo diario, pero no puede olvidarse de encontrar a su hijo hasta ir de un pueblo a otro buscando testimonios: piensa que su hijo debe estar vivo, en algún lugar.
«Dice Pablo que no está bien comparar las geografías ni los climas, porque el hombre los transforma, ni es correcto preguntar los nombres ni mirar las caras, porque los hombres se avergüenzan, se maquillan y adoptan apodos, nunca por jugar sino por ocultarse. Que no está bien buscar las casas, porque las desgracias las vacían y les transforman la habitabilidad. Y los sonidos dentro de ellas ya no son los mismos. Que también podrían buscarse los árboles, si el hombre no los cortara y el viento no les modificara el color»