Entre la realidad y la ficción, entre lo vivido y lo soñado, entre la memoria y la vida, entre el recuerdo y el olvido, esta nueva entrega del singularísimo y no menos ambicioso proyecto literario que Cesar Antonio Molina empezó con Vivir sin ser visto (Ediciones Península, 2000) confirma el extraordinario talento del autor para estirar y transgredir los géneros canónicos de la literatura. En estas páginas, que tienen tanto de narrativa breve como de dietario, asistimos a la creación de un texto híbrido, unas memorias de ficción, que rinde cuentas sólo a la literatura. En él, las lecturas y las vivencias acumuladas a lo largo de una vida pletórica de presencias reales y relatos soñados suman una novela en marcha que se imanta en el lector un extraño y poderoso magnetismo del que es muy difícil sustraerse.