El objetivo de esta obra ha sido describir, desde una perspectiva diacrónica, la evolución de las construcciones comparativas desde una etapa tomada como punto de partida -el latín- hasta otra tomada como final - la lengua del Siglo de Oro-. El español ha conocido a lo largo de su historia cuatro construcciones comparativas principales: la construcción preposicional (de Judas muy peor), la conjuntiva con verbo expreso y constituyente comparado no-distinto (sedié mejor la cosa que metién ellos mientes), la relativa (de quanto vos dezides, el mucho mejor era) y la adjetiva (más de lo acostumbrado). La primera de ellas es una estructura tradicional cuyos últimos testimonios se registran en el siglo XV. La conjuntiva indicada es también una estructura heredada. Pero sufrirá la competencia multisecular de la construcción relativa, innovación del romance, que terminará reemplazándola. Por último, la construcción adjetiva constituye un desarrollo ulterior de la misma línea de evolución que dio origen a la innovadora construcción relativa.