A lo largo del constitucionalismo histórico español se constata la existencia de una especial relación -a veces intensa o difícil- entre el sistema político constitucional y los ejércitos o Fuerza Militar (según la expresión de las Constituciones de 1812, 1837, 1845 y 1876).
Ya en el primer proceso constituyente se trató de adaptar la Fuerza Militar -procedente del absolutismo- al nuevo marco político que configuraba la puesta en práctica de los principios liberales; por esto se consideraba esencial que la posición de los ejércitos quedara suficientemente clara y, para ello, se actuaba en los ámbitos político- constitucional, legislativo y en el relativo al estatuto personal.
Desde el diseñado en Cádiz, el modelo constitucional de Fuerza Militar ha revestido distintas formas y ha cursado tensionado por circunstancias de todo orden, hasta el vigente Texto de 1978, que ha asignado a las Fuerzas Armadas un papel adecuado al contexto de un Estado social y democrático de Derecho.
La relación histórica entre Constitución y Fuerza Militar no es un tema agotado y el propósito de estas páginas es ofrecer una visión panorámica para exponer a la reflexión esa relación y facilitar así la comprensión de cuestiones que siguen siendo de interés.