Ell carmelita francés Víctor Sion nos invita en estas páginas a vivir el presente; si nos paramos a reflexionar, caeremos en la cuenta de que damos muy poco valor al momento presente que, por otra parte, es el único del que disponemos en plenitud. Sin embargo, esta conciencia es primordial en nuestra vida espiritual y para una verdadera relación con Dios. Desde este punto de vista y después de exponer qué es vivir el momento presente, el autor nos habla de su consecuencia inmediata: el abandono a la voluntad de Dios y el reconocimiento de que, ante el corazón misericordioso de Dios, ser pecador es una gracia que no se puede desaprovechar. Como prototipo de todo esto aparece María. San José y San Juan tuvieron la dicha de vivir con ella. También nosotros podemos hacer la experiencia de llevarnos a María a vivir en nuestra casa.