Lola Martín García nace en Granada y desde edad muy temprana ya jugueteaba con las redacciones, le gustaba expresar sus sentimientos mediante las letras, y así lo demostró con su primer premio de redacción a los siete años. Un libro fue el regalo y para ella muy querido pues le recuerda que fue el asentimiento de su vocación. Siempre estaba escribiendo pequeñas cartas, se empatizaba con las personas que sufrían con los sucesos que ocurrían con todo lo que veía y sentía volcando en esas misivas su dolor o alegría. Ahora ha construido su pequeña obra, su pequeña novela, con la ilusión y la responsabilidad del que se enfrenta a un folio en blanco y lo llena de vida y sentimiento.