Entendemos la educación como un todo integro que afecta a la globalidad del individuo. Y como tal, no podemos olvidar educar un aspecto tan sumamente importante como la sexualidad. La escuela como institución general de procesos, debe orientar a los alumnos y alumnas en un sentido u otro.Para ello, nuestros alumnos deberán de aprender los cambios que manifiesta su cuerpo en la adolescencia, los riesgos de mantener relaciones sexuales, así como, las enfermedades de transmisión sexual, y los métodos anticonceptivos para evitarlas e impedir en etapas posteriores embarazos no deseados y agresiones sexuales. En todo este proceso deberá intervenir tanto la familia como los educadores.