Cuestión de hombres es una novela inquietante. Y lo es más por lo que oculta o sugiere que por lo que relata. Arranca con la oscura injerencia de una misteriosa desaparición, con pinta de haber terminado de forma trágica, para acto seguido poner bajo nuestro examen a Sergio y Graciela, una pareja unida por un extraño vínculo, más poderoso que los puros sentimientos o la necesidad. Surge entonces un críptico entramado argumental donde dos investigadores privados, antagónicos, tratarán de esclarecer la verdad sobre la pareja. La narración de "Cuestión de hombres" se nos aparece casi periodística, fría en unas ocasiones y cortante en otras. En este sentido, Cárpenter logra su objetivo de implicar al lector en la trama, y le obliga a pasar páginas para averiguar qué es lo que se oculta bajo esa prosa acerada, tan precisa como limpia, hasta su inesperado y dantesco final.