En esta novela en tres volúmenes se funden la magia y el amor, el reino perdido de Ávalon y los monstruos de la mitología griega. Doncellas bellísimas, crueles arpías, grutas encantadas... Una historia absorbente que te mantendrá cautiva bajo un hechizo tan poderoso como el de la propia Melusina. Pasión y leyenda, luz y oscuridad... una aventura arrebatadora. En 1483, la felicidad parece volver a Sassenage. Hace cinco años de la trágica muerte de Jeanne de Commiers, esposa del barón Jacques, señor de Sassenage. La vida en el castillo bulle de frenética actividad bajo el buen hacer de Gersende, la intendenta del castillo, que organiza los últimos preparativos de boda entre el barón Jacques y doña Sidonie. Algonde, su preciosa hija, vive algo ajena al ajetreo y lleva en silencio el peso de no poder entregarse a Mathieu, el hijo del panetero. Un amor que parece condenado a no concretarse jamás, desde aquel nefasto día en el que fue salvada por Melusina, el hada que según reza la leyenda se oculta en las frías aguas del Furon. Cuando todos la creían perdida, arrastrada por la corriente, Melusina la rescató de las aguas? A raíz de aquel encuentro, la existencia de Algonde queda marcada por una alianza y una promesa con aquel ser mitológico. Una promesa que determinará todos y cada uno de los actos y sacrificios de su vida: su amor incondicional por Mathieu, su compleja relación con la bella hija del barón, Hélène de Sassenage, y un secreto inconfesable que se esconde tras los muros de la abadía Saint-Just-de-Claix. Y siempre, tras Algonde, los omnipresentes ojos de Marthe, la odiosa camarera de doña Sidonie, cuya maldad y poder sólo es perceptible para la jovenzuela, marcada por la sangre de las hadas y por oscuros presagios surgidos en las nieblas de las míticas Tierras Altas de Avalon.