A lo largo de este trabajo se pone de manifiesto cómo la adopción internacional ha seguido una trayectoria de continuos cambios legislativos para adaptarse a la nueva realidad sociológica, caracterizada por el descenso drástico de la natalidad, el declive de las adopciones internas y el creciente aumento de las adopciones transnacionales. Se plantean problemas en la aplicación y adaptación de la creciente y dispar normativa existente, lo que en la práctica conduce a generar una gran inseguridad jurídica en las relaciones jurídico-privadas en este ámbito. A su vez, los Estados de origen de los menores muestran serias dificultades (de infraestructuras administrativas y legales fundamentalmente) para hacer frente a la creciente demanda de adopciones; por su parte, los Estados de recepción de menores, en concreto las Entidades Públicas competentes, incumplen con relativa frecuencia la obligación del seguimiento postadoptivo, lo que genera cierta incertidumbre en relación al procedimiento. En definitiva la adopción internacional afronta nuevos y variados retos en el siglo XXI a los que hay que dar respuestas particulares adaptadas a un escenario internacional y atendiendo prioritariamente al interés de cada menor.