¿Puede la oración curar los males físicos y mentales que aquejan a la humanidad?

Un estudio interdisciplinario efectuado en la Universidad de Redlans, Estados Unidos, dice que sí y agrega lo siguiente:

Todo ser humano se mueve por tres sistemas que por lo general, tienen un peso similar: el físico, el psicológico y el espiritual. El hombre es, entonces, una mezcla armónica de fuerzas psíquicas, espirituales y físicas que, en conjunto, calzan en un modelo que podría llamarse de "psicoespiritualidad integrada".

De la misma forma en que nuestras emociones afectan a nuestro cuerpo, las funciones de nuestro cuerpo se ven afectadas por la presencia o falta de energía espiritual; la energía espiritual es para la mente lo que la actividad muscular es para el cuerpo.

Al igual que ocurre con nuestro sistema físico y psicológico es posible desarrollar activamente nuestra energía psicoespiritual. Para lograrlo, se necesita principalmente deseo, determinación y práctica. En este contexto, es importante resaltar que la oración - unir reinos naturales del espíritu humano con nuestra energía física y psicológica para dirigirnos a nuestro Creador- juega un papel determinante en el desarrollo integral de nuestro ser.

La oración practicada con honestidad es terapia tanto para la mente como para el cuerpo del hombre. De hecho, no solo es una de las artes más antiguas de curación conocidas por nuestros antepasados sino que ofrece enormes potenciales para dominar la vida y dar sentido a nuestras acciones, pensamientos y sentimientos.