«No quería una vida monótona. No quería rezos y ajuares. Quería seguir sintiéndose viva y sabía que solo podría lograrlo si se marchaba».

Mercedes Díaz de Medina y Quevedo, la primogénita y heredera del marqués de Arquería, sabe perfectamente los pasos que tiene que seguir en su vida. Sin embargo, tras un breve idilio con Leopold, un poeta romántico inglés que está de paso en Ronda, se replantea toda su existencia. Casarse con Francisco de los Ríos, un prometedor político con un carácter de hielo, ya no le parece tan buena idea. De repente ve el matrimonio como una cadena que la mantendrá atada para siempre, una cárcel que jamás le permitirá ser libre y hacer lo que le plazca.

Cuando la vida de una de sus amigas cambia de forma radical, Mercedes decide huir y toma una decisión desesperada: se irá al monte y contratará a una cuadrilla de bandoleros para que la escolte hasta Madrid desde donde podrá marcharse a Europa sin que sus familiares puedan encontrarla. Es así como conoce a Diego.

Diego, alias «el Niño Bonito», es un bandolero que siempre está dispuesto a ayudar a aquellos que verdaderamente lo necesitan, así que, cuando se encuentra con Mercedes accede a acompañarla por una suma de dinero. Sin embargo, el camino hasta Madrid es largo y, tras pasar tanto tiempo juntos, puede que las chispas empiecen a saltar entre ellos. Pero Francisco no está dispuesto a rendirse y hará todo lo que sea necesario para traer a su prometida de vuelta.

Una huida a contrarreloj, un bandolero con buen corazón y una dama dispuesta a todo por conseguir su libertad.