UPeI es un rescoldo de aquellas agrupaciones populares que nacieron a la lumbre de las elecciones municipales de 1979. La formaron vecinos que vivían en una comunidad sentida como propia, creían en la democracia más directa de los ayuntamientos y querían ser dueños de su propio destino. Por debajo, subyacía la aspiración anárquica de que el sol sale para todo el mundo.

Desvinculados de partidos políticos, rescataban ideas y sentimientos republicanos y progresistas. Eran políticos y socialistas porque vivían en sociedad y querían convivir mejor. Y a eso se dedicaron: a hacer pueblo.

Creían posible un cambio que desbancara a los de siempre, a quienes se consideraban a sí mismos como los poseedores de la verdad, la patria y el dinero. Se sentían dignos y capaces de gobernar, y lo consiguieron con las armas de siempre: claridad, honestidad y trabajo.

No estar conformes con lo que veían señaló las primeras elecciones y, legislatura tras legislatura, marcó el norte y el camino.

UPeI se merecía una historia. Esta es una. No la única. Cada uno tiene la suya.