Las 25 rutas seleccionadas en este proyecto están presentadas en modo de fichas. Cada una de
estas fichas contiene un mapa y muestra igualmente información relativa al perfil de la misma, distancia en kilómetros, desnivel acumulado, tipo de recorrido (circular, semicircular o lineal), punto de inicio del sendero, tipo de firme, época recomendada y fecha de realización por los autores, así como el grado de dificultad de la misma en una escala del 1 al 5. También se hace mención los casos en los que es
necesario solicitar permiso para poder realizar
el sendero. Cada ruta se acompaña también de
un pequeña interpretación del territorio. Es un aspecto cada vez más olvidado por los montañeros, que han hecho de la montaña un polideportivo donde conseguir sus hazañas. Un buen naturalista debe llevar un paso más sosegado, un paso que permita observar –que no mirar– y con ello aprender a interpretar el paisaje. En esta tarea, la geología y la botánica son
dos elementos claves en la interpretación del paisaje. Por ello, y para mostrar la riqueza de las montañas
y paisajes andaluces, cada ruta está acompañada por un mapa geológico, así como otro con la vegetación potencial que debería estar presente en el territorio. Esta información nos permitirá interpretar y entender el paisaje que nos rodea en cada excursión; haciéndonos en muchos casos conscientes de las intervenciones humanas realizadas en el mismo, y permitiendo valorar las causas y consecuencias de las mismas.