A partir de las frias e impersonales actas de un antiguo proceso judicial, la autora, Remedios Martínez Anaya, nos introduce en la dura, desconocida e incluso sorprendente vida social de la ciudad de Mojácar de la primera mitad del siglo XVIII. Argumentalmente, a través de las peripecias de unos amores difíciles, reconstruye no sólo los avatares de unos personajes reales, sino también sus grandezas y miserias, su lucha por alcanzar la dignidad, sus ansias de libertad y felicidad, reivindicando el amor y la maternidad como dos de las grandes metas de la mujer en todos los tiempos, y haciendo hincapié de esta misma problemática en las personas disminuidas físicas. Hay una dura denuncia contra la religión desde la perspectiva histórica por haber actuado muchas veces como una institución más de control social, con sus normas anquilosadas y ejemplarizantes que impedían el libre desarrollo y la libertad de las personas, sobre todo de la mujer, que es la protagonista de las tres historias principales que se cruzan y entrelazan ene esta novela. Estamos, pues ante un relato, magníficamente documentado, donde el entramado histórico y poético se vertebran y equilibrian con una coherencia argumental admirable, lo que pone de manifiesto la capacidad creativa de una escritora situada ya en la plenitud de su madurez literaria.