En las elecciones de abril de 1931, la ConjuncioŽn Republicano Socialista de Villafranca obtuvo maŽs de 600 votos frente a los 158 de los tradicionalistas. A tenor de estos resultados, el Ayuntamiento estariŽa representado por 7 concejales de izquierdas y 4 de derechas.

De 1931 a 1933, la AgrupacioŽn Socialista y la UGT dominaron por completo el panorama poliŽtico y social de la vida cotidiana de Villafranca. La gente estaba feliz. Son~aba despierto con que los diŽas del hambre, del paro, de la servidumbre poliŽtica, religiosa, econoŽmica y social habiŽan llegado a su fin. Sin embargo, pronto las cosas comenzaron a torcerse. Los concejales elegidos por la ConjuncioŽn Republicana Socialista ni eran republicanos, ni socialistas.

Ninguna de las promesas son~adas en los dos primeros an~os republicanos se consiguioŽ: no se aplicoŽ la Reforma Agraria, ni se rescataron las corralizas, ni se mejoroŽ la vida de los campesinos. Para colmo, desde 1933 a 1935 gobernaron las derechas dando origen al Bienio Negro. Y cuando las cosas pareciŽa que iban a mejorar, tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, vino el golpe militar y terminoŽ con aquel suen~o convirtieŽndolo en una amarga pesadilla.

De la complejidad de estos acontecimientos, de la participacioŽn ciudadana en ellos, y, sobre todo, de las instituciones maŽs representativas –DiputacioŽn, Ayuntamiento, AgrupacioŽn Socialista, UGT y la Patronal de Villafranca– habla exhaustivamente este libro.