ŽEn los últimos lustros se han reeditado diversos testimonios de extranjeros que vivieron la Guerra Civil en la ciudad de Málaga, a través de los cuales hemos podido completar el marco de nuestra mayor tragedia. Los libros escritos por Edward Norton, Sir Peter Chalmers o Gamel Woolsey son buenos ejemplos de ello. El testimonio del cónsul Arbellot, aunque fragmentario y subjetivo, constituye una fuente más para conocer la posguerra malagueña, en unos años en los que la ciudad de Málaga, aún con la Guerra Civil presente, es testigo de la II Guerra Mundial, que vive de forma más cercana de lo que podríamos imaginarnos en un principio. Arbellot nos muestra una Francia dividida en dos, con un Vichy en plena crisis del que es testigo de lujo, pues tiene la ocasión de tratar a personajes tan relevantes como al mismísimo mariscal Pétain, al primer ministro Pierre Laval o al futuro presidente de la República François Mitterrand, que a pesar de tener un cargo relevante en Vichy colabora con la resistenciaŽ (del Prólogo de Cristóbal Villalobos).